jueves, 2 de julio de 2009

Así son las cosas

El inevitable vaivén del inerte existir humano, para al final: Desaparecer y volver de donde se viene: La Nada.

¿Para qué subir demasiado?, ¿para qué bajar demasiado?...si el irascible sentir, es víctima de la inmaculada voluntad universal que lleva y trae, lleva y trae sin detenerse un segundo, destruyendo y construyendo para destruir.

Y entonces ¿por qué preocuparnos?, si de esta naturaleza divina nadie escapa!, ¿para qué preocuparnos de los insignificantes vicios de los deprimentes seres que nos rodean?

Hay que reír de nosotros, hay que reír de la muerte y del dolor; Últimos y únicos verdaderos objetos del vivir, para así, hacer algo digno este corto e inútil paso por lo que se conoce como “Vida”.

Sin aferrarnos a las absurdas concepciones del mundo de las ideas, de lo que tenemos que arrepentirnos y de lo que tenemos que sentirnos profundamente avergonzados, y además, algo que jamás debemos perdonarnos!, sin ni siquiera soñar con llegar a visualizar el Velo de Maya, que es lo que jamás entenderemos, mucho menos presumir (otro de los vicios bajos del ser que somos), que lo romperemos.

Sólo observare como todo se destruye, sólo reiré cuando vea la luz apagarse, suspirare haciendo gala de mi estupidez humana recordando, y tal vez luchando como siempre, pensando en utilizarlo, por miedo a que uno u otro tenga razón. El primero: Nos lo muestra como algo inútil y el segundo: Como una herramienta de la cual somos dueños. Pero al final: Esperando que llegue… rápida….inmaculada, omnipresente… infalible.


“Lo mejor de todo es totalmente inalcanzable para ti: no haber nacido, no ser, ser nada. Y lo mejor en segundo lugar es para ti -morir pronto.” Federico Nietzsche

1 comentario:

  1. parece que al incurable y total pesimista luego de tocar el fondo de la mala racha solo le quedo la sarcástica decisión de volverse un risueño optimista.......lo peor es que la gente le cree.

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